¿La IA potencia el talento… o lo adormece?

La inteligencia artificial está revolucionando la forma en que trabajamos. Automatiza, agiliza, predice. Pero… ¿estamos realmente elevando el nivel del pensamiento crítico o simplemente dejando de ejercitarlo?

Un estudio reciente en el ámbito universitario lanzó una señal que no deberíamos ignorar:

🔹 El 60% de los estudiantes siente que se está volviendo dependiente de la IA.

🔹 El 64% teme perder habilidades humanas por su uso intensivo.

🔹 El 50% percibe que limita la creatividad al replicar patrones.

Aunque el foco está en el entorno académico, el eco en el mundo laboral es innegable. Si en nuestras organizaciones la IA comienza a reemplazar la reflexión, la autonomía y la capacidad de resolver problemas complejos, no estamos avanzando… estamos delegando lo que nos define como profesionales.

La pregunta incómoda es:

¿Estamos cultivando talento capaz de usar la IA estratégicamente o generando entornos donde se deja de pensar?

Desde el área de personas, este dilema no es menor. Nos toca liderar con conciencia. Apostar por una IA que complemente, no que sustituya. Que desafíe, no que adormezca. Que nos obligue a replantearnos constantemente cómo tomamos decisiones, cómo innovamos y cómo resolvemos lo inesperado.

Porque el verdadero reto no es adaptarse a la IA.

Es no perder lo que nos hace humanos.